ASTROLOGÍA

La astrología, como herramienta psicoterapéutica, nos va a posibilitar que armonicemos con el Universo, ayudándonos a establecer una relación sana entre nuestro yo interno (nivel microcósmico) y nuestro entorno. Más allá del ámbito cercano, podemos también inferir en qué manera nos condicionan las energías del Universo, si tenemos en cuenta qué efecto nos causan los planetas transpersonales (nivel macrocósmico).

UNA PERSPECTIVA HOLÍSTICA DE LA PERSONALIDAD

Nuestro enfoque no concibe la astrología como una forma de predecir o pronosticar nuestro “destino”, sino como una manera de plasmar gráficamente las energías y ritmos que conviven dentro de cada individuo. 

Gracias a la interpretación de la carta astral, podemos atisbar cuáles son nuestros talentos y potenciales, así como aquellas situaciones que nos cuesta superar. Cada elemento de la carta tiene un rol y contribuye a la formación de nuestra personalidad, más allá de que existan condicionamientos externos que influirán en nuestra conducta.

 

UNA PERSPECTIVA HOLÍSTICA DE LA PERSONALIDAD

Nuestro enfoque concibe la astrología como una manera de plasmar gráficamente las energías y ritmos que conviven dentro de cada individuo. Por tanto, no intentamos predecir o pronosticar nuestro “destino”, sino atisbar cuáles son nuestras motivaciones y talentos ocultos, así como aquellas situaciones que más nos cuesta superar. Cada elemento de la carta tiene un rol y contribuye a la formación de nuestra personalidad, más allá de que existan condicionamientos externos que influirán en nuestra conducta.

 

La astrología no es un tema fácil en el que zambullirse sin tener en cuenta una visión global. Ahí estriba la dificultad de la interpretación: en abordar la carta natal de un modo holístico e integrativo. Es por esto que nos gustaría darte algunas pistas que puedan servirte de introducción para comprenderla mejor:

LOS 4 ELEMENTOS PREDOMINANTES

( AGUA, TIERRA, FUEGO Y AIRE )

Ya en tiempos de la antigua Grecia, se hablaba de los 4 humores o temperamentos y sus correspondencias con los tipos de personalidad (sanguíneo, flemático, colérico y melancólico).

A nivel astrológico, es posible determinar qué elemento predomina en tu carta natal y cuál se encuentra en menor proporción en tu constitución. Atribuyendo a cada elemento cualidades específicas, conocerás tus inquietudes, tendencias o inclinaciones.

ASCENDENTE Y EJE NODAL

El ascendente es el signo del zodiaco que se erige en el horizonte en el momento del nacimiento; está determinado por la hora y minuto en que se viene al mundo y da lugar a la división en casas de la rueda zodiacal. El ascendente es indicativo de aquellas conductas aprendidas, fruto de los condicionamientos sociales, educativos y culturales en los que hemos crecido; marca la tendencia o predisposición que tenemos a hacer las cosas de una determinada forma.

A veces, cuando nos describen terceras personas, no nos sentimos identificados con la descripción que dan de nosotros; esta discrepancia entre el autoconcepto y la imagen que damos al exterior es debido al Ascendente, que muestra tanto nuestra apariencia física como nuestro temperamento o inclinación natural. Suele ocurrir que, al principio de nuestras vidas, no nos reconocemos en nuestro ascendente y, a medida que vamos madurando y nos desarrollamos, sentimos que este concuerda más con la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Dentro de cada uno existe un YO que desconocemos y que vamos descubriendo a lo largo de nuestra vida. La teoría de la ventana de Johari ejemplifica de manera muy gráfica esta concepción de la personalidad: Tanto lo que conocemos de nuestra identidad como lo que no, es parte de nosotros; somos aquello con lo que nos identificamos, de igual modo que somos también lo que otros ven o ignoran acerca de nuestra persona.

El conjunto de estas facetas del YO es lo que podemos estudiar desde la astrología por medio del Ascendente.

Los nodos lunares (norte y sur) señalan los puntos del firmamento en los que la órbita lunar alrededor de la Tierra se intersecta con la órbita que realiza la Tierra alrededor del Sol.

El nodo norte está opuesto al nodo sur y ambos conforman el denominado eje nodal. Dicho eje se relaciona con la astrología kármica, la cual sostiene que esta no es la única vida que experimentamos en la Tierra, sino que vamos acumulando experiencias, vida tras vida, siendo nuestra vida presente el resultado de todas las vidas pasadas.

El eje nodal, en este sentido, indicaría la lección principal que hemos de aprender en esta vida. Así, por ejemplo, en el Nodo Sur están contenidas todas nuestras experiencias pasadas y simboliza los hábitos que hemos adquirido y que no queremos abandonar, por tenerlos muy arraigados. Supone un gran esfuerzo para nosotros desligarnos de estas “tendencias” para aprender a vivir nuevas experiencias.

El nodo norte, al lado opuesto del nodo sur, representaría aquellas formas de actuar que supondrían para nosotros un cambio en nuestra tendencia y que nos ayudarían a evolucionar hacia nuevas vidas no experimentadas en el pasado. El nodo norte sería indicativo, por así decirlo, de aquellas situaciones que nos harían salir de nuestra zona de confort y supondrían un reto o un desafío para nosotros.

LA LUNA Y LAS EMOCIONES

La mayoría de la gente atribuye al signo solar las características de la personalidad de una persona. Craso error. Todos los planetas contribuyen en la conformación de la personalidad. 

Personalmente, encuentro más interesante estudiar el signo lunar que el solar, pues la Luna es la que rige las emociones de los seres humanos; conociendo el signo donde se ubica tu Luna podrás conocer más en profundidad las características esenciales de tus sentimientos, tu reacción instintiva ante las situaciones.

En la luna radican las necesidades básicas que nos ayudan a sobrevivir, garantizando nuestro bienestar físico y psicológico.

La luna es la manifestadora de nuestros hábitos inconscientes y ejerce una influencia decisiva en la personalidad reforzando la aversión a los cambios y la necesidad de ser aceptados por los demás, de ahí que se vincule a las emociones. Dependiendo del signo en el que se sitúe, así mostraremos las emociones: por ejemplo, si se ubica en un signo de gran control, puede dar lugar a un bloqueo de la expresión de sentimientos; en cambio, en un signo cuyo elemento regente sea el agua, la influencia de la luna podrá generar arrebatos emocionales y gran temperamento. En signos de Tierra la luna se asociará a un temperamento de naturaleza más tranquila y serena.

¿Quieres saber en qué signo tienes tú la luna? 

LA LUNA NEGRA

Un aspecto interesante a estudiar es la Luna negra o fase lunar en que la luna no puede ser vista desde la tierra, pues es uno de los momentos en que la luna tiene mayor influencia en la persona.

Astronómicamente se da la Luna negra cuando esta se encuentra tan cerca del solo que está totalmente oculta tras el resplandor solar, coincidiendo además este con el punto orbital más alejado de la Tierra. La apariencia lunar sería justo la contrario al de la Luna Nueva, que es cuando se ve la Luna iluminada en su máximo esplendor.

A la luna negra se atribuye la fase más oscura y aterradora de la luna, gobernada por Lilith, diosa de la mitología griega fuente de muerte, dolor y desgracia. Dicen que Lilith fue la primera esposa de Adán, pero que huyó del paraíso porque no quiso someterse a este.

La luna negra representa un tiempo de inspiración y reposo, propio de una etapa de gran transformación interior. Se atribuye a la instrospección, dado que durante este periodo de luna negra las energías físicas están bajo mínimos, si bien las energías psíquicas se activan con fuerza, pues su instinto se exacerba.

La luna negra en la carta astral marca aquello que se desea desde lo más profundo del ser, hasta el punto de alejarnos de la parte más racional y dejarnos llevar por nuestros instintos más primarios. Representa lo opuesto a lo que hemos aprendido, por eso no gusta de convencionalismos o normas preestablecidas, rallando así la rebeldía de nuestros instintos más primitivos. Lilith simboliza todo comportamiento que contradiga lo que hemos aprendido dentro del seno familiar, nuestros deseos más inconscientes. Paradójicamente, serán aquellos deseos que no atenderemos porque podría representar un problema con nuestro entorno llevarlos a cabo.

El gran dolor que alberga la luna negra será, precisamente, el verse ninguneada y poco reconocida. Por ello trabajará para ser vista, desgraciadamente sin éxito alguno, lo cual le provocará una sensación de vacío y de frustración. De ahí que Lilith nos hable de las situaciones en las que nos topamos con ese vacío existencial. Por ejemplo: si la luna negra se localiza en una zona atribuida a los vínculos amorosos, la persona manifestará problemas para unirse emocionalmente con una pareja (no se involucrará emocionalmente o tenderá a separarse o puede que hasta viva relaciones de amor y odio simultáneamente, viviendo una contradicción.

En caso de no saber dar salida a la frustración de la luna negra se generará un punto opuesto en la rueda zodiacal conocido como Príapo, que actuará como válvula de escape, posibilitando la desinhibición que precisa la luna negra, pero de manera exagerada. Así, si alguien no sabe liberar la energía reprimida en la luna negra, canalizará su energía hacia un punto desmesurado en el extremo opuesto, donde se localice Príapo. A veces los actos que tiene salida por Príapo pueden incluso dañar su propia naturaleza, por lo que es importante conocer también la Luna negra, para no sucumbir a los excesos de Príapo.

ARQUETIPOS PLANETARIOS

El gran dolor que alberga la luna negra será, precisamente, el verse ninguneada y poco reconocida. Por ello trabajará para ser vista, desgraciadamente sin éxito alguno, lo cual le provocará una sensación de vacío y de frustración. De ahí que Lilith nos hable de las situaciones en las que nos topamos con ese vacío existencial. Por ejemplo: si la luna negra se localiza en una zona atribuida a los vínculos amorosos, la persona manifestará problemas para unirse emocionalmente con una pareja (no se involucrará emocionalmente o tenderá a separarse o puede que hasta viva relaciones de amor y odio simultáneamente, viviendo una contradicción.

En caso de no saber dar salida a la frustración de la luna negra se generará un punto opuesto en la rueda zodiacal conocido como Príapo, que actuará como válvula de escape, posibilitando la desinhibición que precisa la luna negra, pero de manera exagerada. Así, si alguien no sabe liberar la energía reprimida en la luna negra, canalizará su energía hacia un punto desmesurado en el extremo opuesto, donde se localice Príapo. A veces los actos que tiene salida por Príapo pueden incluso dañar su propia naturaleza, por lo que es importante conocer también la Luna negra, para no sucumbir a los excesos de Príapo.

LA FIGURA DE ASPECTOS

No podemos finalizar esta sección de astrología sin hablar de la figura de aspectos. Se llama aspecto a las relaciones angulares que se dan entre los diferentes planetas de la carta astral, dentro de la eclíptica celeste.

Según la distribución de ángulos se atribuyen a unos aspectos cualidades armónicas, dinámicas o neutrales. El aspecto se puede definir con mayor o menor exactitud en función del orbe o valor de tolerancia que se use: si se escoge un orbe mayor (ejemplo 6º) se acusará un mayor número de aspectos o relaciones angulares entre planetas que si se coge, por ejemplo, un orbe de 1 o 2º que limita la coincidencia de relaciones angulares a la ubicación más próxima entre los ángulos que forman los planetas.

Por regla general se muestran como primarios los aspectos o relaciones angulares múltiplos de 30, siendo los más significativos los aspectos mayores

Conjunción (0º): Unión de fuerzas y cualidades.

Oposición (180º): Cualidades opuestas en los que hemos de alcanzar el equilibrio a lo largo de la vida.

Trígono (120º): Armonía entre las facetas de nuestra vida relacionadas con los planetas implicados en este aspecto.

Cuadratura (90º): Tensión entre los apartados de nuestra vida relacionados con esos planetas. Es necesaria disciplina, esfuerzo y trabajo para poder conciliar las fuerzas implicadas. 

A nuestros efectos y como técnica de autoconocimiento, nos gustaría darte a conocer la relación existente entre la figura de aspectos y tres tendencias básicas de la personalidad.

  • CARDINAL: conformada por líneas
  • FIJO: conformada por cuadriláteros
  • MUTABLE: predominancia de formas triangulares

Según la astrología Huber, existen semejanzas entre la forma de la figura de aspectos y las inclinaciones o motivaciones de la persona. Aquí te presentamos un breve resumen de algunas de las formas que puedes encontrar en tu carta natal. Descarga aquí el PDF

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LOS 4 ELEMENTOS PREDOMINANTES

( AGUA, TIERRA, FUEGO Y AIRE )

Ya en tiempos de la antigua Grecia, se hablaba de los 4 humores o temperamentos y sus correspondencias con los tipos de personalidad (sanguíneo, flemático, colérico y melancólico).

A nivel astrológico, es posible determinar qué elemento predomina en tu carta natal y cuál se encuentra en menor proporción en tu constitución. Atribuyendo a cada elemento cualidades específicas, conocerás tus inquietudes, tendencias o inclinaciones.

ASCENDENTE Y EJE NODAL

El ascendente es el signo del zodiaco que se erige en el horizonte en el momento del nacimiento; está determinado por la hora y minuto en que se viene al mundo y da lugar a la división en casas de la rueda zodiacal. El ascendente es indicativo de aquellas conductas aprendidas, fruto de los condicionamientos sociales, educativos y culturales en los que hemos crecido; marca la tendencia o predisposición que tenemos a hacer las cosas de una determinada forma.

A veces, cuando nos describen terceras personas, no nos sentimos identificados con la descripción que dan de nosotros; esta discrepancia entre el autoconcepto y la imagen que damos al exterior es debido al Ascendente, que muestra tanto nuestra apariencia física como nuestro temperamento o inclinación natural. Suele ocurrir que, al principio de nuestras vidas, no nos reconocemos en nuestro ascendente y, a medida que vamos madurando y nos desarrollamos, sentimos que este concuerda más con la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Dentro de cada uno existe un YO que desconocemos y que vamos descubriendo a lo largo de nuestra vida. La teoría de la ventana de Johari ejemplifica de manera muy gráfica esta concepción de la personalidad: Tanto lo que conocemos de nuestra identidad como lo que no, es parte de nosotros; somos aquello con lo que nos identificamos, de igual modo que somos también lo que otros ven o ignoran acerca de nuestra persona.

El conjunto de estas facetas del YO es lo que podemos estudiar desde la astrología por medio del Ascendente.

Los nodos lunares (norte y sur) señalan los puntos del firmamento en los que la órbita lunar alrededor de la Tierra se intersecta con la órbita que realiza la Tierra alrededor del Sol.

El nodo norte está opuesto al nodo sur y ambos conforman el denominado eje nodal. Dicho eje se relaciona con la astrología kármica, la cual sostiene que esta no es la única vida que experimentamos en la Tierra, sino que vamos acumulando experiencias, vida tras vida, siendo nuestra vida presente el resultado de todas las vidas pasadas.

El eje nodal, en este sentido, indicaría la lección principal que hemos de aprender en esta vida. Así, por ejemplo, en el Nodo Sur están contenidas todas nuestras experiencias pasadas y simboliza los hábitos que hemos adquirido y que no queremos abandonar, por tenerlos muy arraigados. Supone un gran esfuerzo para nosotros desligarnos de estas “tendencias” para aprender a vivir nuevas experiencias.

El nodo norte, al lado opuesto del nodo sur, representaría aquellas formas de actuar que supondrían para nosotros un cambio en nuestra tendencia y que nos ayudarían a evolucionar hacia nuevas vidas no experimentadas en el pasado. El nodo norte sería indicativo, por así decirlo, de aquellas situaciones que nos harían salir de nuestra zona de confort y supondrían un reto o un desafío para nosotros.

LA LUNA Y LAS EMOCIONES

La mayoría de la gente atribuye al signo solar las características de la personalidad de una persona. Craso error. Todos los planetas contribuyen en la conformación de la personalidad. 

Personalmente, encuentro más interesante estudiar el signo lunar que el solar, pues la Luna es la que rige las emociones de los seres humanos; conociendo el signo donde se ubica tu Luna podrás conocer más en profundidad las características esenciales de tus sentimientos, tu reacción instintiva ante las situaciones.

En la luna radican las necesidades básicas que nos ayudan a sobrevivir, garantizando nuestro bienestar físico y psicológico.

La luna es la manifestadora de nuestros hábitos inconscientes y ejerce una influencia decisiva en la personalidad reforzando la aversión a los cambios y la necesidad de ser aceptados por los demás, de ahí que se vincule a las emociones. Dependiendo del signo en el que se sitúe, así mostraremos las emociones: por ejemplo, si se ubica en un signo de gran control, puede dar lugar a un bloqueo de la expresión de sentimientos; en cambio, en un signo cuyo elemento regente sea el agua, la influencia de la luna podrá generar arrebatos emocionales y gran temperamento. En signos de Tierra la luna se asociará a un temperamento de naturaleza más tranquila y serena.

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LA LUNA NEGRA

Un aspecto interesante a estudiar es la Luna negra o fase lunar en que la luna no puede ser vista desde la tierra, pues es uno de los momentos en que la luna tiene mayor influencia en la persona.

Astronómicamente se da la Luna negra cuando esta se encuentra tan cerca del solo que está totalmente oculta tras el resplandor solar, coincidiendo además este con el punto orbital más alejado de la Tierra. La apariencia lunar sería justo la contrario al de la Luna Nueva, que es cuando se ve la Luna iluminada en su máximo esplendor.

A la luna negra se atribuye la fase más oscura y aterradora de la luna, gobernada por Lilith, diosa de la mitología griega fuente de muerte, dolor y desgracia. Dicen que Lilith fue la primera esposa de Adán, pero que huyó del paraíso porque no quiso someterse a este.

La luna negra representa un tiempo de inspiración y reposo, propio de una etapa de gran transformación interior. Se atribuye a la instrospección, dado que durante este periodo de luna negra las energías físicas están bajo mínimos, si bien las energías psíquicas se activan con fuerza, pues su instinto se exacerba.

La luna negra en la carta astral marca aquello que se desea desde lo más profundo del ser, hasta el punto de alejarnos de la parte más racional y dejarnos llevar por nuestros instintos más primarios. Representa lo opuesto a lo que hemos aprendido, por eso no gusta de convencionalismos o normas preestablecidas, rallando así la rebeldía de nuestros instintos más primitivos. Lilith simboliza todo comportamiento que contradiga lo que hemos aprendido dentro del seno familiar, nuestros deseos más inconscientes. Paradójicamente, serán aquellos deseos que no atenderemos porque podría representar un problema con nuestro entorno llevarlos a cabo.

El gran dolor que alberga la luna negra será, precisamente, el verse ninguneada y poco reconocida. Por ello trabajará para ser vista, desgraciadamente sin éxito alguno, lo cual le provocará una sensación de vacío y de frustración. De ahí que Lilith nos hable de las situaciones en las que nos topamos con ese vacío existencial. Por ejemplo: si la luna negra se localiza en una zona atribuida a los vínculos amorosos, la persona manifestará problemas para unirse emocionalmente con una pareja (no se involucrará emocionalmente o tenderá a separarse o puede que hasta viva relaciones de amor y odio simultáneamente, viviendo una contradicción.

En caso de no saber dar salida a la frustración de la luna negra se generará un punto opuesto en la rueda zodiacal conocido como Príapo, que actuará como válvula de escape, posibilitando la desinhibición que precisa la luna negra, pero de manera exagerada. Así, si alguien no sabe liberar la energía reprimida en la luna negra, canalizará su energía hacia un punto desmesurado en el extremo opuesto, donde se localice Príapo. A veces los actos que tiene salida por Príapo pueden incluso dañar su propia naturaleza, por lo que es importante conocer también la Luna negra, para no sucumbir a los excesos de Príapo.

ARQUETIPOS PLANETARIOS

El gran dolor que alberga la luna negra será, precisamente, el verse ninguneada y poco reconocida. Por ello trabajará para ser vista, desgraciadamente sin éxito alguno, lo cual le provocará una sensación de vacío y de frustración. De ahí que Lilith nos hable de las situaciones en las que nos topamos con ese vacío existencial. Por ejemplo: si la luna negra se localiza en una zona atribuida a los vínculos amorosos, la persona manifestará problemas para unirse emocionalmente con una pareja (no se involucrará emocionalmente o tenderá a separarse o puede que hasta viva relaciones de amor y odio simultáneamente, viviendo una contradicción.

En caso de no saber dar salida a la frustración de la luna negra se generará un punto opuesto en la rueda zodiacal conocido como Príapo, que actuará como válvula de escape, posibilitando la desinhibición que precisa la luna negra, pero de manera exagerada. Así, si alguien no sabe liberar la energía reprimida en la luna negra, canalizará su energía hacia un punto desmesurado en el extremo opuesto, donde se localice Príapo. A veces los actos que tiene salida por Príapo pueden incluso dañar su propia naturaleza, por lo que es importante conocer también la Luna negra, para no sucumbir a los excesos de Príapo.

LA FIGURA DE ASPECTOS

No podemos finalizar esta sección de astrología sin hablar de la figura de aspectos. Se llama aspecto a las relaciones angulares que se dan entre los diferentes planetas de la carta astral, dentro de la eclíptica celeste.

Según la distribución de ángulos se atribuyen a unos aspectos cualidades armónicas, dinámicas o neutrales. El aspecto se puede definir con mayor o menor exactitud en función del orbe o valor de tolerancia que se use: si se escoge un orbe mayor (ejemplo 6º) se acusará un mayor número de aspectos o relaciones angulares entre planetas que si se coge, por ejemplo, un orbe de 1 o 2º que limita la coincidencia de relaciones angulares a la ubicación más próxima entre los ángulos que forman los planetas.

Por regla general se muestran como primarios los aspectos o relaciones angulares múltiplos de 30, siendo los más significativos los aspectos mayores

Conjunción (0º): Unión de fuerzas y cualidades.

Oposición (180º): Cualidades opuestas en los que hemos de alcanzar el equilibrio a lo largo de la vida.

Trígono (120º): Armonía entre las facetas de nuestra vida relacionadas con los planetas implicados en este aspecto.

Cuadratura (90º): Tensión entre los apartados de nuestra vida relacionados con esos planetas. Es necesaria disciplina, esfuerzo y trabajo para poder conciliar las fuerzas implicadas. 

A nuestros efectos y como técnica de autoconocimiento, nos gustaría darte a conocer la relación existente entre la figura de aspectos y tres tendencias básicas de la personalidad.

CARDINAL: conformada por líneas

FIJO: conformada por cuadriláteros

MUTABLE: predominancia de formas triangulares

Según la astrología Huber, existen semejanzas entre la forma de la figura de aspectos y las inclinaciones o motivaciones de la persona. Aquí te presentamos un breve resumen de algunas de las formas que puedes encontrar en tu carta natal. Descarga aquí el PDF

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